
Durante los meses fríos los sapos hibernan enterrándose en madrigueras. En primavera se aparean y las hembras ponen sus numerosos huevos en estanques en forma de cadenas gelatinosas de hasta 1,2 m de longitud. Los renacuajos son más pequeños y oscuros que los de las ranas y no se transforman en sapos terrestres hasta el siguiente otoño.
Un género de sapos engloba más de 70 especies diferentes que están ampliamente distribuidas en las principales masas continentales del mundo, a excepción de Groenlandia, Australia, Nueva Guinea y Nueva Zelanda, pero son muy abundantes en las regiones tropicales. En la península Ibérica vive el sapo común, de color castaño con numerosas verrugas y costumbres fundamentalmente terrestres; el sapo corredor, de color verdoso con manchas parduzcas o rojizas y verrugas dorsales, y el sapo verde, presente sólo en las Baleares. Es de color grisáceo con manchas verdosas.
El cururú o sapo buey (desde Brasil hasta Argentina) mide 20 cm de longitud y pesa 1,7 kg, mientras que el sapito verde (desde México hasta el centro de Estados Unidos) mide unos 4 cm y el sapo pigmeo de Río de Janeiro apenas alcanza los 3,7 centímetros. Los sapos pertenecen a los Anfibios. Como veis puede haber una gran variedad de sapos,animal poco conocido aquí (solamente por el cuento de la princesa y el príncipe) pero en alguno países como China es un gran majar.
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